No es tiempo de pompa y boato, y menos para el dinero común de todos. Cada movimiento, por simple que aparezca, es capaz de hacer correr ríos de tinta y quemar minutos en informativos. Y eso es lo que ha pasado con la fiscalización de las contabilidades de los grupos políticos municipales.
Un asunto que deja 144 páginas de expediente foliado por Intervención, tres sesiones plenarias y casi media docena de ruedas de prensa sobre el
tema, siempre desde el Equipo de Gobierno. Una historia que todavía no ha escrito su último capítulo, ya que la Justicia tendrá que pronunciarse
también en este delicado proceso. Hoy, en 'Torrevieja, semana vista', vamos a repasar el íter procedimental de las asignaciones a los grupos
políticos municipales entre 2009 y 2013, que en algún caso esconden sombras, cuanto menos, poco honorables.